Amistad en Cristo - Carlos Aracil Orts

Preguntas y Respuestas

Miscelánea

¿Qué día murió Jesucristo?

 
¿Fue crucificado Jesucristo un miércoles o un viernes?
 
Versión: 27-12-15
 

Carlos Aracil Orts

1. Introducción*

Estimado hermano José Luis, me alegra que me contactara para formularme los siguientes comentarios y cuestiones:

“Dios le bendiga. Con respecto al tema titulado "Hubo dos celebraciones consecutivas de la Pascua en el año de la crucifixión de Jesús?", observo su énfasis por mencionar que Jesús fue crucificado en viernes, a lo cual no estoy en contra ni a favor, para esto me gustaría que analizara dos puntos bíblicos que menciono a continuación:

“¿Cómo están contabilizando los 3 días desde la muerte hasta la resurrección de Jesús? Jesús da señal en Mateo 12:38-41 y habla de 3 días y tres noches.

“También Marcos 16:1 dice: ‘Cuando pasó el día de reposo, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle.’

“Y Lucas 23:55-56 dice: ‘Y las mujeres que habían venido con él desde Galilea, siguieron también, y vieron el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo. (56) Y vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el día de reposo, conforme al mandamiento’.

“Uno habla que fue antes del día de reposo y otro habla que fue después del día de reposo que compraron especias aromáticas, ¿Habla de diferentes mujeres? si es así ¿cuál es el sustento bíblico?

“¿De qué fuente obtuvo el calendario del año 30 que presenta?

“Gracias por sus atenciones”. (José Luis).

Sin más preámbulos, voy a tratar de responder a sus interesantes preguntas:

2. ¿Cómo se contabilizan los tres días desde la muerte hasta la resurrección de Jesús?

El argumento principal de los defensores de que Cristo permaneció en el sepulcro un lapso de tiempo exacto de setenta y dos horas, o sea, tres días completos con sus tres noches, se fundamenta en la interpretación que hacen al texto de Mateo 12:40 (la señal de Jonás “...tres días y tres noches...”) y a otros similares, que citamos a continuación:

Mateo 12:40: Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.

Mateo 27:63-64: diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después de tres días resucitaré. (64) Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos de noche, y lo hurten, y digan al pueblo: Resucitó de entre los muertos. Y será el postrer error peor que el primero.

Marcos 8:31: Y comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo del Hombre padecer mucho, y ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días.

Marcos 9:31: Porque enseñaba a sus discípulos, y les decía: El Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres, y le matarán; pero después de muerto, resucitará al tercer día.

Marcos 10:34: y le escarnecerán, le azotarán, y escupirán en él, y le matarán; mas al tercer día resucitará.

Juan 2: 19-22: Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. (20) Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás? (21) Mas él hablaba del templo de su cuerpo. (22) Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho.

Ante todo, hemos de convenir que las diversas expresiones que se encuentran en todos estos textos están relacionadas con los días que iba a pasar Cristo en el sepulcro, y se refieren al mismo lapso de tiempo que discurre desde la muerte de Cristo hasta su resurrección. Sería incongruente, pues, interpretar de distinta manera los siguientes periodos de tiempo que describen el mismo evento de la resurrección de Jesús: “tres días y tres noches” (Mateo 12:40); “Después de tres días resucitaré” (Mateo 27:63); “hasta el tercer día” (Mateo 27:64);  “resucitar después de tres días” (Marcos 8:31); “resucitará al tercer día” (Marcos 9:31); “mas al tercer día resucitará” (Marcos 10:34), Destruid este templo, y en tres días lo levantaré” (Juan 2:19).

Si bien las expresiones “tres días y tres noches” y “después de tres días” tomadas aisladamente sería posible interpretarlas literalmente como periodos de tres días completos o setenta y dos horas, especialmente si no tenemos en cuenta el cómputo inclusivo, la correcta ortodoxia en la interpretación debe pasar por armonizar lo que afirman otros textos bíblicos que se refieran al mismo evento de la resurrección de Jesús. Respecto al texto de Mateo 27:63 la frase “después de tres días” queda inmediatamente aclarada en el versículo siguiente, cuando los fariseos le piden a Pilato: “Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos de noche, y lo hurten, y digan al pueblo:...” (Mateo 27:64). La vigilancia del sepulcro era suficiente con que llegara al tercer día, no más allá.

Mateo y Lucas confirman el verdadero sentido de la frase de Marcos “después de tres días” mediante el empleo de la expresión “al tercer día resucitará” (Véase Mateo 16:21; 17:23; 20:19; Lucas 9:22; 18:33). Por tanto, debemos entender que las frases “después de tres días” y “al tercer día...”, tienen el mismo significado.

Al respecto, tenemos el importante testimonio de los discípulos que iban camino de Emaús, “el mismo día” (Lucas 24:13) que resucitó Jesús, el primer día de la semana (domingo). Cuando Jesús resucitado les aborda por el camino, preguntándoles “...¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes? (Lucas 24:17). Ellos respondieron relatando los últimos eventos, entre los que se encontraba la reciente crucifixión de Jesús  (Lucas 24:20), afirmando a continuación que: “...hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido” (Lucas 24:21 úp.). La declaración no puede ser más concluyente y aclaratoria: “hoy”, el domingo de resurrección o primer día de la semana, era contado, desde la crucifixión de Jesús, como el tercer día. Lo que demuestra, que en los tiempos bíblicos, al igual que muchas veces en nuestros días, se utilizaba el cómputo inclusivo, es decir, en el lapso de tiempo en que ocurrían los eventos, se incluían el primer día y el último de ese periodo.

Puesto que este encuentro de los discípulos de Emaús con Jesús, ocurrió al declinar la tarde del domingo (Lucas 24:29), si contamos hacia atrás, teniendo en cuenta el cómputo inclusivo, hasta llegar al miércoles, obtenemos que la resurrección de Jesús se habría producido en el quinto día, en lugar del tercero al que se refieren todos los textos existentes en la Biblia. Lo que evidencia que la crucifixión de Jesús no ocurrió en miércoles sino en viernes.

Secuencia de la semana de la Pasión de Cristo según los Evangelios.

En mi opinión puede ser más clarificador si comenzamos a relatar estos eventos desde el final de los mismos y hacia atrás; puesto que el primer día de la semana o domingo es cuando se produce el evento más importante para la humanidad: la resurrección de Cristo. Y los Evangelios no ofrecen lugar a dudas cuando afirman que al amanecer de ese primer día de la semana –domingo– fue cuando Jesús resucitó (Mateo 28:1; Marcos 16:9).

Domingo (primer día de la semana bíblica)

Día en que muy de mañana, “Pasado el día de reposo [sábado], al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro. (6) No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor.” (Mateo 28:1,6; Marcos 16:9). Jesús no estaba en el sepulcro porque había resucitado en algún momento del primer día de la semana, que como sabemos, empezaba a la puesta de sol del día anterior (cf. Lv. 23:32), que en este caso no puede ser otro día distinto al sábado (día del reposo sabático de la Ley de Dios del AT).

Levítico 23:32: Día de reposo será a vosotros, y afligiréis vuestras almas, comenzando a los nueve días del mes en la tarde; de tarde a tarde guardaréis vuestro reposo.

Aunque sean sólo unas pocas horas del domingo que aún permanece sepultado Jesús, su resurrección forma parte del tercer día, según el cómputo inclusivo de los judíos.

¿Cuándo enterraron a Jesús miércoles o viernes?

El Evangelio de San Marcos nos lo dice claramente: “Cuando llegó la noche, porque era la preparación, es decir, la víspera del día de reposo, (46) [José de Arimatea] ...lo puso en un sepulcro...” (San Marcos 15:42, 46 pp.). Aquí queda claro que el día de la preparación de la Pascua –que coincidió con la preparación del sabbat–, fue el día en que fue crucificado Jesús y sepultado. Este día era víspera del día de reposo [sábado- día séptimo de la semana]. El año en que murió Jesús, el día de reposo pascual anual –primer día de la fiesta de los Panes Ázimos– coincidió con el sábado semanal o día séptimo de la semana (ver Juan 19:31), ambos días, que coincidieron, eran de reposo obligado por los mandamientos de la ley de Dios del AT (Éxodo 20:8-11).

La secuencia que siguen los días de los eventos según el Evangelio de san Marcos no deja lugar a pensar que el día de reposo pascual cayera en jueves, y que, por tanto, aún quedara un viernes laborable, día intermedio necesario para llegar al día de reposo semanal, séptimo día o sábado.

San Marcos, en los siguientes versículos no se refiere a un día intermedio entre los dos supuestos sábados o días de reposo, el anual (primer día de la fiesta de lo Ázimos), que, en ese supuesto, tendría que haber caído el jueves, y el semanal que siempre se celebra el sábado. Veamos:

Marcos 16:1, 2: Cuando pasó el día de reposo [sábado], María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle. (2) Y muy de mañana, el primer día de la semana [domingo], vinieron al sepulcro, ya salido el sol.

Cuando “pasó el día de reposo [sábado]”,  le siguió “el primer día de la semana [domingo]. Por otro lado Marcos (16:9), declara taxativamente que Jesús resucitó el primer día de la semana (domingo), y no el sábado por la tarde como afirman los defensores del miércoles como día probable de la crucifixión de Jesús. Pues si así fuera, habrían transcurrido más de setenta y dos horas desde su sepultura, como ellos mantienen.

Marcos 16:9: Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de quien había echado siete demonios.

San Lucas es igualmente explícito, cuando afirma que el día en que fue sepultado Jesús (Lucas 23:52-53), “Era el día de la preparación y apuntaba el sábado.” (Lucas 23:54; Biblia de Jerusalén de 1998). Por lo tanto, consideramos probado que ese año, que murió Cristo (posiblemente el año 30 d.C.), el día de reposo pascual [primer día de los Ázimos] coincidió con el día de reposo semanal, sábado. No existieron, pues dos días de reposo en la semana de la Pasión.

Creemos que hemos probado suficientemente que el día de la “preparación de la Pascua de los judíos” (Juan 19:14, 31, 42) ese año cayó en viernes, y que por tanto, coincidieron el día de reposo pascual, fiesta de gran solemnidad (primer día de la fiesta de los Panes sin Levadura o Ácimos), con el día de reposo sabático –séptimo de la semana– del mandamiento de la ley de Dios (Lucas 23:56).

Lucas 23: 55-56: Y las mujeres que habían venido con él desde Galilea, siguieron también, y vieron el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo. (56) Y vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el día de reposo [sábado], conforme al mandamiento.

Siguiendo el mismo orden inverso en que comenzamos, la secuencia de la semana de la Pasión de Jesús continúa así:

El Sábado –séptimo día de la semana, día de reposo semanal (Lucas 23:54-56) del año 30 d. C. en que muy probablemente murió Jesús– fue de gran solemnidad (Juan 19:31), porque además del sábado semanal se celebraba el día de reposo pascual, primer día de los Panes Ácimos. Este día entero lo pasó Jesús en la tumba.

Viernes, día de “la Preparación de la Pascua” (Juan 19:14,31,42; Marcos 15:42; Mateo 27:62). En ese día además de prepararse para el reposo pascual anual, eliminando todo vestigio de levadura de sus casas, lo hacían también para el sábado semanal, pues debían dejarlo todo dispuesto para no hacer ningún trabajo después de la puesta de sol. Oficialmente, –aunque no legalmente, porque los sacrificios debían haber sido hechos el día anterior según la ley del AT–  debían sacrificar, entre las dos tardes, el cordero que prefiguraba el sacrificio de Jesús en la cruz, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Juan 1:29). Jesús es enterrado siendo aún viernes. Aunque transcurrieron pocos minutos desde que Jesús fue enterrado hasta la puesta del sol, este tiempo cuenta como un día, según la manera inclusiva de contar los días inicial y final de cada evento.

Jueves, por la noche, celebración de la Última Cena y de la Pascua por Jesús y sus discípulos (Mateo 26:17-19). Según la ley, a partir de la puesta del sol se consideraba ya viernes. Mateo, Marcos y Lucas se refieren a ese día como “el primer día de la fiesta de los panes sin levadura” (Mateo 26:17; Marcos 14:12 y Lucas 22:7), cuando en realidad, o sea, oficial y legalmente, ese día empezaba a la puesta de sol del viernes, pero que, al parecer, en tiempos de Jesús existía también la costumbre o tradición de celebrar la Pascua un día después del día señalado por la ley del AT, que debía ser inexorablemente la noche del 14 de Nisán. De otra parte, Jesús no hubiera podido participar de la conmemoración oficial, porque Él sería sacrificado el viernes, en lugar del cordero que se ofrecía, entre las dos tardes.

3. ¿Existe contradicción entre Marcos (16:1) y Lucas (23:55-56), porque, según el primero, unas mujeres fueron a buscar especias aromáticas para ungir el cuerpo de Jesús después de que finalizó el reposo sabático, y según Lucas aquello ocurrió antes de que se iniciara el día de reposo?

Usted, estimado hermano, muy perspicazmente observó esa aparente contradicción, y por eso me plantea lo siguiente:

“Uno [Marcos] habla que fue antes del día de reposo y otro [Lucas] habla que fue después del día de reposo que compraron especias aromáticas, ¿Habla de diferentes mujeres? si es así ¿cuál es el sustento bíblico?" (José Luis).

Según Marcos (16:1), Cuando pasó el día de reposo, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle.”

Sin embargo, Lucas (23: 55-56) dice: "Y las mujeres que habían venido con él desde Galilea, siguieron también, y vieron el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo. (56) Y vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el día de reposo, conforme al mandamiento".

“Cuando pasó el día de reposo”, es decir, en cualquier momento, a partir de la puesta de sol del sábado [séptimo día de la semana], que oficialmente ya es domingo, tres mujeres –“María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé”– “compraron especias aromáticas para ir a ungirle”. Sin embargo, “Estaban allí [en el viernes de tarde, observando la crucifixión de Jesús] muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido a Jesús desde Galilea, sirviéndole,  (56)  entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo” (Mateo 27:55-56); pero san Mateo especifica que “estaban allí María Magdalena, y la otra María, sentadas delante del sepulcro” (Mateo 27:61) presenciando cómo José de Arimatea tomó el cuerpo de Jesús, “lo envolvió en una sábana limpia, (60) ylo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña”; “y después de hacer rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, se fue”  (Mateo 27:59-61).

Por lo tanto, María Magdalena, y la otra María, [que quedaron] sentadas delante del sepulcro no son las mismas mujeres que “vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el día de reposo, conforme al mandamiento” (Lucas 23:56). Lo que ocurrió fue que aquellas mujeres, citadas con sus nombres, para respetar el mandamiento del reposo sabático que empezaba de modo inminente, dejaron para pasado el día de reposo el comprar las “especias aromáticas para ir a ungirle” (Marcos 16:1).

Mateo 27:55-56: Estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido a Jesús desde Galilea, sirviéndole,  (56)  entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.

Mateo 27:59-61: Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia,  (60)  y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña; y después de hacer rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, se fue.  (61)  Y estaban allí María Magdalena, y la otra María, sentadas delante del sepulcro.

Mateo 28:1-10: Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro. 

Lucas 23:49: Pero todos sus conocidos, y las mujeres que le habían seguido desde Galilea, estaban lejos mirando estas cosas.

Lucas 24:1-3: El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas. (2) Y hallaron removida la piedra del sepulcro;  (3)  y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús.

Lucas 24:10: Eran María Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las demás con ellas, quienes dijeron estas cosas a los apóstoles.

Juan 19:25: Estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cleofás, y María Magdalena.

Es decir, unas mujeres “que habían venido con él desde Galilea”, cuyos nombres no se especifican, cuando acabó el entierro de Jesús “Y vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el día de reposo, conforme al mandamiento” (Lucas 23:55-56); éstas no tuvieron necesidad de comprar las “especias aromáticas y ungüentos”, sino que solo fueron a prepararlas; o bien en lo de preparar se incluye también comprarlas;sin embargo, “María Magdalena, y la otra María”, lo postergaron hasta pasado el día de reposo. Ambos eventos son compatibles y no tiene por qué existir contradicción en los mismos.

4. ¿Por qué Jesús y sus discípulos celebraron la Pascua el jueves por la noche y el resto del pueblo judío lo hizo el viernes por la noche, ya sábado?

Los Evangelios Sinópticos –Mateo, Marcos y Lucas–  muy claramente registran que Jesús y sus discípulos, en el año de su crucifixión (30 d.C.), celebraron la Pascua en “el primer día de la fiesta de los Panes sin levadura” (Mateo 26:17-20; Marcos 14:12-17; Lucas 22:7-15):

Mateo 26:17-20: El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, vinieron los discípulos a Jesús, diciéndole: ¿Dónde quieres que preparemos para que comas la pascua?  (18)  Y él dijo: Id a la ciudad a cierto hombre, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa celebraré la pascua con mis discípulos.  (19)  Y los discípulos hicieron como Jesús les mandó, y prepararon la pascua.  (20)  Cuando llegó la noche, se sentó a la mesa con los doce.

Marcos 14:12-17: El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, cuando sacrificaban el cordero de la pascua, sus discípulos le dijeron: ¿Dónde quieres que vayamos a preparar para que comas la pascua?  (13)  Y envió dos de sus discípulos, y les dijo: Id a la ciudad, y os saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle,  (14)  y donde entrare, decid al señor de la casa: El Maestro dice: ¿Dónde está el aposento donde he de comer la pascua con mis discípulos?  (15)  Y él os mostrará un gran aposento alto ya dispuesto; preparad para nosotros allí.  (16)  Fueron sus discípulos y entraron en la ciudad, y hallaron como les había dicho; y prepararon la pascua.  (17)  Y cuando llegó la noche, vino él con los doce.

Lucas 22:7-15: Llegó el día de los panes sin levadura, en el cual era necesario sacrificar el cordero de la pascua.  (8)  Y Jesús envió a Pedro y a Juan, diciendo: Id, preparadnos la pascua para que la comamos.  (9)  Ellos le dijeron: ¿Dónde quieres que la preparemos?  (10)  El les dijo: He aquí, al entrar en la ciudad os saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle hasta la casa donde entrare,  (11)  y decid al padre de familia de esa casa: El Maestro te dice: ¿Dónde está el aposento donde he de comer la pascua con mis discípulos?  (12)  Entonces él os mostrará un gran aposento alto ya dispuesto; preparad allí.  (13)  Fueron, pues, y hallaron como les había dicho; y prepararon la pascua.  (14)  Cuando era la hora, se sentó a la mesa, y con él los apóstoles.  (15)  Y les dijo: ¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca!

En el Antiguo Testamento (AT), “la fiesta de los Panes sin levadura” se celebraba el día siguiente a la fiesta de la Pascua; y puesto que ésta, como veremos más adelante, debía ser inexorablemente el día 14 de Nisán, la de los Ázimos siempre empezaba el 15 de Nisán, y terminaba el día 21 de Nisán. Sin embargo, lo que verdaderamente ha llamado la atención –y ha habido mucha gente que no lo ha podido entender– es que hubiera dos celebraciones de la Pascua en el citado año 30 de la muerte de Jesús; porque es evidente que veinticuatro horas después de que Jesús y sus discípulos celebraran la Pascua, el resto del pueblo judío se preparaba, a su vez, para conmemorar la misma Fiesta y de esa manera cumplir con la Ley del AT.

Este hecho singular, que resulta muy extraño, se manifiesta y se confirma cuando leemos que el día viernes, que crucificaron a nuestro Señor, “Era la preparación de la pascua” (Juan 19:14). Y para que no quedaran dudas al respecto, el apóstol Juan lo repite tres veces en el mismo capítulo:

Juan 19:14: Era la preparación de la pascua, y como la hora sexta. Entonces dijo a los judíos: ¡He aquí vuestro Rey!

Juan 19:31: Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la pascua, a fin de que los cuerpos no quedasen en la cruz en el día de reposo (pues aquel día de reposo era de gran solemnidad), rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas, y fuesen quitados de allí.

Juan 19:42: Allí, pues, por causa de la preparación de la pascua de los judíos, y porque aquel sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús.

Como hemos visto, según los Evangelios Sinópticos, Jesús celebró la Pascua el jueves al anochecer, y durante esa noche –del jueves al viernes, que ya pertenecía al viernes por la forma de contabilizar los judíos la noche antes que el día (Génesis 1:5-19; Levítico 23:27,32)–, Jesús fue arrestado por mandato de los principales sacerdotes, los jefes de la guardia del templo y “los ancianos, que habían venido contra Él” (Lucas 22:52), llevado ante el concilio, y “Muy de mañana, habiendo tenido consejo los principales sacerdotes con los ancianos, con los escribas y con todo el concilio, llevaron a Jesús atado, y le entregaron a Pilato” (Marcos 15:1);y, después, fue crucificado desde la hora tercera (Marcos 15:25) hasta la novena en que expiró (Mateo 27:45,46; Lucas 23:44), y a continuación sepultado antes de la puesta de sol de ese día viernes. Y este día fue de preparación de la Pascua, lo que quiere decir, que esta Fiesta se celebraría a continuación, tan pronto se iniciara el siguiente día, a partir de la puesta de sol, que ya sería día de reposo por partida doble: en primer lugar, por tratarse del séptimo día de la semana –sábado–, día de reposo por el mandamiento de la ley del AT, y en segundo lugar, día de santa convocación por ser “el primer día de la fiesta de los Panes sin levadura” o Ácimos.

Llegado a este punto, se hace imprescindible acudir al AT para averiguar  en qué consistía la fiesta de la Pascua, y en qué día había ordenado Dios que se celebrara.

En varios libros de la Ley del Antiguo Testamento (el Pentateuco) se registra que Dios había ordenado a su pueblo Israel que debía celebrar “la Pascua de Jehová” (Éx. 12:11; Lev. 23:5-8; Núm. 28:16-25; Dt. 16:1-8); “Y este día os será en memoria, y lo celebraréis como fiesta solemne para Jehová durante vuestras generaciones; por estatuto perpetuo lo celebraréis” (Éxodo 12:14).

La Escritura reitera que la Pascua de Jehová debía celebrarse obligatoria e ineludiblemente el día catorce del mes primero del año, llamado Abib, que, más tarde, durante el exilio, tomó el nombre de Nisán (Éxodo 12:6; Levítico 23:5; Núm. 28:16-17; Dt. 16:1-8).

Éxodo 12:5,6: El animal será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras. Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes.

Éxodo 12:8-11: Y aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura; con hierbas amargas lo comerán. (9) Ninguna cosa comeréis de él cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; su cabeza con sus pies y sus entrañas. (10) Ninguna cosa dejaréis de él hasta la mañana; y lo que quedare hasta la mañana, lo quemaréis en el fuego. (11) Y lo comeréis así: ceñidos vuestros lomos, vuestro calzado en vuestros pies, y vuestro bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente; es la Pascua de Jehová.

Levítico 23:5-8: En el mes primero, a los catorce del mes, entre las dos tardes, pascua es de Jehová.  (6)  Y a los quince días de este mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura a Jehová; siete días comeréis panes sin levadura. (7)  El primer día tendréis santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis. (8) Y ofreceréis a Jehová siete días ofrenda encendida; el séptimo día será santa convocación; ningún trabajo de siervo haréis.

Números 28:16-18: Pero en el mes primero, a los catorce días del mes, será la pascua de Jehová. (17) Y a los quince días de este mes, la fiesta solemne; por siete días se comerán panes sin levadura. (18) El primer día será santa convocación; ninguna obra de siervos haréis.

Por lo tanto, la Pascua propiamente dicha consistía de un solo día, que invariable e indefectiblemente siempre se tenía que celebrar el 14 del mes de Nisán (Abib). Sin embargo, fijémonos con mucha atención que el cordero de la Pascua debía de ser comido en la noche del día 14 de Nisán; para lo cual el cordero pascual debía ser previamente sacrificado “entre las dos tardes (Véase Levítico 23:5, Éxodo 12:5-6; Núm. 9:3,5). Naturalmente, ese día podía caer en uno cualquiera de la semana, es decir, de lunes a domingo, según el calendario lunar hebreo del AT.

Sin embargo, ahora es importante notar que la Pascua iba seguida por “la fiesta solemne de los panes sin levadura a Jehová” (Lv. 23:6; cf. Éx. 12:18; Nm. 28:17-18; Dt. 16:3-9), que se iniciaba el 15 de Nisán, prolongándose durante siete días consecutivos, y la ley ordenaba que, tanto el primer día –15 de Nisán– como el séptimo –21 de Nisán–, serían de “santa convocación; ningún trabajo de siervo haréis” (Lv. 23:6-8)”, es decir, de los siete días que duraba la fiesta de los “Panes Ácimos”, el primero –15 de Nisán– y el séptimo –21 de Nisán– eran también días de reposo, similares al del sábado, y estaba completamente prohibido trabajar o hacer cualquier obra secular.

Obsérvese, no obstante, que la Pascua constaba de dos aspectos perfectamente diferenciados:

Primero.Se debían sacrificar los corderos, y luego asarlos, “entre las dos tardes” del día catorce, es decir, “entre el ocaso del sol y la noche cerrada (samaritanos) o entre la caída y la puesta del sol (fariseos y Talmud)” (1); o sea, entre el final del día 13 y el inicio de la noche del día 14; siempre cerca de la puesta de sol; ya que para los israelitas el día empezaba con la noche, como ya vimos anteriormente (Gn. 1:5-19; Lv.23:27,32), pero, no obstante, lo recordamos de nuevo aquí, porque en ello está parte de la clave para entender lo que ocurrió en la fiesta de Pascua del año de la muerte de Jesús:

Levítico 23:27,32: A los diez días de este mes séptimo será el día de expiación; tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová. […] (32) Día de reposo será a vosotros, y afligiréis vuestras almas, comenzando a los nueve días del mes en la tarde; de tarde a tarde guardaréis vuestro reposo.

Aunque estos textos no se refieren a la fiesta de la Pascua, que estamos tratando, sino al “Día de Expiación”, nos sirven igualmente como ejemplo para comprender bien la forma de contabilizar los días que tenían los judíos: en este caso específico, el día de “reposo ceremonial”– establecido por Dios para “el día diez del mes séptimo” (Levítico 23:27),  debía celebrarse desde “los nueve días del mes en la tarde” (Levítico 23:32). En Israel –como también registra Génesis capítulo uno– el día empieza siempre desde la tarde-noche anterior, desde puesta de sol hasta puesta de sol.

Segundo. Sin embargo, la celebración de la Pascua se iniciaba cuando las familias judías se reunían en sus casas, después de la puesta de sol del día 13  que, por tanto, ya era 14 de Nisán: “Y aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura; con hierbas amargas lo comerán” (Éxodo 12:8).

Por tanto, la celebración de “la Pascua de Jehová” (Éxodo 12:11) exigía el cumplimiento riguroso de los siguientes mandamientos de Dios:

Notemos que entre las órdenes de Dios se incluía “No comerás con ella pan con levadura” (Dt. 16:3); pero tengamos en cuenta que la fiesta de los Panes sin levadura o Ázimos no empezaría hasta el día siguiente –15 de Nisán– a la puesta del sol del día 14. En realidad, pues, la fiesta propiamente dicha de la Pascua se desarrollaba durante la noche del día 14, porque la Escritura afirma: “por la mañana regresarás y volverás a tu habitación. (8) Seis días comerás pan sin levadura, y el séptimo día será fiesta solemne a Jehová tu Dios; no trabajarás en él” (Dt. 16:1-8). Es decir, la mañana y la tarde –la parte diurna del 14 de Nisán– no era festivo ya que estaba permitido hacer obras seculares, pues la “santa convocación”, día de reposo similar al sábado del mandamiento de la ley de Dios no empezaba hasta la puesta de sol, y entonces se iniciaba el día 15, primer día de los Panes sin levadura. Leamos algunos textos bíblicos que lo confirman a continuación:

Éxodo 12:18: En el mes primero comeréis los panes sin levadura, desde el día catorce del mes por la tarde hasta el veintiuno del mes por la tarde.  (19)  Por siete días no se hallará levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado, así extranjero como natural del país, será cortado de la congregación de Israel.  (20)  Ninguna cosa leudada comeréis; en todas vuestras habitaciones comeréis panes sin levadura.

Levítico 23:4-8: Estas son las fiestas solemnes de Jehová, las convocaciones santas, a las cuales convocaréis en sus tiempos: (5)  En el mes primero, a los catorce del mes, entre las dos tardes, pascua es de Jehová. (6) Y a los quince días de este mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura a Jehová; siete días comeréis panes sin levadura. (7) El primer día tendréis santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis.  (8) Y ofreceréis a Jehová siete días ofrenda encendida; el séptimo día será santa convocación; ningún trabajo de siervo haréis.

Deuteronomio 16:1-8: Guardarás el mes de Abib, y harás pascua a Jehová tu Dios; porque en el mes de Abib te sacó Jehová tu Dios de Egipto, de noche.  (2)  Y sacrificarás la pascua a Jehová tu Dios, de las ovejas y de las vacas, en el lugar que Jehová escogiere para que habite allí su nombre. (3) No comerás con ella pan con levadura; siete días comerás con ella pan sin levadura, pan de aflicción, porque aprisa saliste de tierra de Egipto; para que todos los días de tu vida te acuerdes del día en que saliste de la tierra de Egipto.  (4)  Y no se verá levadura contigo en todo tu territorio por siete días; y de la carne que matares en la tarde del primer día, no quedará hasta la mañana.  (5)  No podrás sacrificar la pascua en cualquiera de las ciudades que Jehová tu Dios te da;  (6)  sino en el lugar que Jehová tu Dios escogiere para que habite allí su nombre, sacrificarás la pascua por la tarde a la puesta del sol, a la hora que saliste de Egipto.  (7)  Y la asarás y comerás en el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido; y por la mañana regresarás y volverás a tu habitación.  (8)  Seis días comerás pan sin levadura, y el séptimo día será fiesta solemne a Jehová tu Dios; no trabajarás en él

Obsérvese, que este primer día de la fiesta de los Panes sin levadura ya correspondía al día quince del mes, pues en Israel los días se establecían o contabilizaban “de tarde a tarde” (Levítico 23:32); es decir, para ellos un día se iniciaba con la puesta de sol del día anterior y terminaba a la puesta de sol del siguiente día. Por ese motivo, la puesta de sol del día catorce era el inicio del día quince, cuando daba comienzo “la fiesta solemne de los panes sin levadura a Jehová” (Levítico 23:6), día de “santa convocación” (Levítico 23:7).

Por lo tanto, en este modo bíblico de contabilizar los días, y siendo consecuente con ello, “el primer día de la fiesta de los Panes sin levadura” no empezaría el catorce de Abib –como algunos han entendido– sino “a los quince días de este mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura a Jehová; siete días comeréis panes sin levadura” (Lev. 23:6; Núm. 28:17; Cf. Éxodo 12:18). Pero, además, debemos notar que el día quince –al contrario que el catorce que era laborable– era un día festivo, de gran solemnidad: “El primer día será santa convocación; ninguna obra de siervos haréis” (Levítico 23:7; Núm.28:18).

Éxodo 12:18: En el mes primero comeréis los panes sin levadura, desde el día catorce del mes por la tarde hasta el veintiuno del mes por la tarde

Números 28:16-18: Pero en el mes primero, a los catorce días del mes, será la pascua de Jehová.  (17)  Y a los quince días de este mes, la fiesta solemne; por siete días se comerán panes sin levadura. (18) El primer día será santa convocación; ninguna obra de siervos haréis. 

Lucas 22:1-2: Estaba cerca la fiesta de los panes sin levadura, que se llama la pascua. (2) Y los principales sacerdotes y los escribas buscaban cómo matarle; porque temían al pueblo.

¿Por qué Jesús y sus discípulos celebraron la Pascua el jueves por la noche y el resto del pueblo judío lo hizo el sábado?

Habiendo entendido y recordado todos estos mandamientos de la ley de Dios, que estaban vigentes en tiempos de Jesús, hemos de ser capaces de averiguar por qué Él y sus discípulos celebraron la Pascua en el “primer día de la fiesta de los Panes sin levadura”, y el resto del pueblo lo hizo veinticuatro horas después.

¿Qué grupo cumplió perfectamente la ley del AT que establecía la celebración de la Pascua en el día de 14 de Nisán y “el Primer día de los Ázimos” el 15 de Nisán?

Como hemos visto arriba, la fiesta de la Pascua, que se celebraba el 14 de Nisán, era distinta de la fiesta de los Panes sin Levadura o Ázimos, que se iniciaba el día 15 y se extendía hasta el 21 de Nisán. Sin embargo, por tratarse de festividades consecutivas que no solo tenían en común la prohibición de no comer pan leudado, sino que también estaban unidas por el mismo significado del rito pascual, los judíos, con el tiempo, llamaron al día 14 de Nisán, “primer día de los Panes sin Levadura”; pero en realidad la citada Fiesta no empezaba hasta la puesta de sol de día 14 de Nisán. De ahí que los tres Evangelios Sinópticos se refieran al jueves por la noche –que ya era oficialmente día 14 de Nisán y viernes –, en que comió la Pascua Jesús, como “el primer día de la fiesta de los Panes sin levadura” (Mateo 26:17-20; Marcos 14:12-17; Lucas 22:7-15). Para entenderlo mejor veámoslo plasmado gráficamente:

Calendario Lunar del año de la crucifixión de Jesús (aprox. el año 30 d.C.)
Mes Primero del año (Abib-Nisán)

Núm. días

 

Día 1º

Día 2º

Día 3º

Día 4º

Día 5º

Día 6º

Día 7º

Domingo

Lunes

Martes

Miércoles

Jueves

Viernes

Sábado

 

 

 

 

 

 

 

1

 

2

3

4

5

6

7

8

S. Pasión

9

10

11

12

13(1)

14(2)

15(3)

 

16(4-5)

17

18

19

20

21(6)

22

 

23(7)

24

25

26

27

28

29

 

30

 

 

 

 

 

 

1) Día 13: jueves por la noche, ya era oficialmente el día 14 –viernes–, el  día prescrito por la ley del AT para sacrificar y comer la Pascua. Como hemos visto, según los Evangelios Sinópticos, Jesús celebró la Pascua el jueves al anochecer, y durante esa noche –del jueves al viernes, que ya pertenecía al viernes por la forma de contabilizar los judíos la noche antes que el día (Génesis 1:5-19; Levítico 23:27,32)–, hacia la madrugada se produjo el arresto de Jesús. La ley había sido cumplida por Jesús y sus discípulos a la perfección, en el día señalado por Dios, sacrificando el cordero y comiéndolo con hierbas amargas y pan sin levadura.

(2) Día 14: viernes: Arresto, juicio, crucifixión y muerte de Jesús desde la hora tercera hasta la nona (9:00 hasta 15:00 aprox.). Jesús fue arrestado por mandato de los principales sacerdotes, los jefes de la guardia del templo y “los ancianos, que habían venido contra Él” (Lucas 22:52), llevado ante el concilio, y “Muy de mañana, habiendo tenido consejo los principales sacerdotes con los ancianos, con los escribas y con todo el concilio, llevaron a Jesús atado, y le entregaron a Pilato” (Marcos 15:1);y, después, fue crucificado desde la hora tercera (Marcos 15:25) hasta la novena en que expiró (Mateo 27:45,46; Lucas 23:44), y a continuación sepultado antes de la puesta de sol de ese día viernes 14 de Nisán.

(3) Día 15: la Pascua y Primer día de los Panes Ácimos- Día solemne de santa convocación que coincide con el sábado del Decálogo. Se inicia al atardecer del viernes. Y este día fue de preparación de la Pascua, lo que quiere decir, que tuvieron que sacrificar los corderos entre las dos tardes, para, a continuación, celebrar  la Pascua y el primer día de los Panes Ázimos, todo al mismo tiempo; pero todo eso sucedería tan pronto se iniciara el siguiente día con la puesta de sol, que ya sería el 15, día de reposo por partida doble: en primer lugar, por tratarse del séptimo día de la semana –sábado–, día de reposo por el mandamiento de la ley del AT, y en segundo lugar, día de “santa convocación” por ser “el primer día de la fiesta de los Panes sin levadura” o Ácimos.

(4) Día 16: Domingo (primer día de la semana)- Día de la Resurrección de Jesucristo, y Día de la ofrenda de la gavilla-primicias de la siega de la cebada. Comienza a contarse los cincuenta días establecidos por Dios para la celebración de la fiesta de Pentecostés. Jesús resucitado, “cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana” (16 de Nisán del año 30 d.C.) se presentó “en el lugar donde los discípulos estaban reunidos” (Juan 20:19).

(5) Empieza a contar la primera de las siete semanas hasta el día de Pentecostés.

(6) Día 21: Viernes, séptimo y último día de la fiesta de los Panes sin levadura (Día de santa convocación-día de reposo ritual).

(7) Día 23: Siguiente domingo (primer día de la semana) al de la Resurrección de Jesucristo: “Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros” (Juan 20:26). Nótese que, en la Biblia, el cómputo de los días es inclusivo. Por eso, aun cuando ha pasado solo una semana, se contabilizan ocho días, desde el domingo de la semana anterior hasta el domingo de la siguiente semana. Veamos el interesante contexto del pasaje anterior que registra algo de lo que sucedió en esta segunda visita de Jesús.

Juan 20:26-29: Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros.  (27)  Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.  (28)  Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!  (29)  Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.

La respuesta a la pregunta que encabeza este apartado de por qué hubo dos celebraciones de la Pascua –la de Jesús y sus discípulos en el día 14 de Nisán y la del resto del pueblo judío veinticuatro horas después (día 15 de Nisán)– es porque las autoridades judías habían convenido, en un momento determinado de su historia, trasladar la fiesta de la Pascua para que coincidiera con el primer día de la fiesta de los Panes sin Levadura, lo cual llegó a formar parte de su Tradición.

5. Conclusión

En lo que antecede se ha podido comprobar que Jesucristo fue crucificado y muerto un viernes por la tarde cerca de la hora novena (Mt. 27:46; Mr. 15:34; Lc. 23:44). En cuanto a que era viernes el día en que Jesús murió, la Escritura no deja lugar a dudas, “porque era la preparación, es decir, la víspera del día de reposo –sábado o séptimo día de la semana–, la víspera del día de reposo” (Mr. 15:42). El evangelista Lucas incide en ello: “Era día de la preparación, y estaba para comenzar el día de reposo” (Lc. 23:54). Además, el apóstol Juan lo confirma, no una sino tres veces:

Juan 19:14: Era la preparación de la pascua, y como la hora sexta. Entonces dijo a los judíos: ¡He aquí vuestro Rey!

Juan 19:31: Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la pascua, a fin de que los cuerpos no quedasen en la cruz en el día de reposo[a] (pues aquel día de reposo[b] era de gran solemnidad), rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas, y fuesen quitados de allí.

Juan 19:42: Allí, pues, por causa de la preparación de la pascua de los judíos, y porque aquel sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús.

El día anterior al sábado se le llamaba día de la preparación porque había que dejar todas las cosas preparadas para evitar transgredir el mandamiento del reposo sabático que prohibía, entre otras cosas, realizar cualquier tipo de trabajo secular o negocio, hacer fuego, cocinar, viajar, etc. Pero, además, en el año 30 d.C. en que fue crucificado Jesucristo, los judíos tuvieron, en ese día, víspera del sábado, una preparación adicional: “la preparación de la Pascua”. De ahí que el apóstol Juan se refiera a ello hasta en tres ocasiones. Y esto fue debido a que, en el año de la muerte de Jesús, la fiesta de los Panes Ázimos  cayó en el día sábado, séptimo día de la semana, y día del reposo semanal del mandamiento de Dios de la ley del AT.

Sin embargo, lo que verdaderamente ha llamado la atención –y ha habido mucha gente que no lo ha podido entender– es que hubiera dos celebraciones de la Pascua en el citado año 30 de la muerte de Jesús: por un lado, Jesús y sus discípulos comiendo la Pascua en la noche del 14 de Nisán, y por otro, las autoridades judías y resto del pueblo celebrándola en la noche del 15 de Nisán, que ya era el primer día de los Ázimos.

Por tanto, debe quedar claro que Jesús y sus discípulos, el jueves por la noche, que era ya viernes día 14 de Nisán, celebraron la fiesta de la Pascua (Mateo 26:17-19), que fue la Última Cena, de acuerdo a la ley del AT. Según la misma, a partir de la puesta del sol del jueves se consideraba ya viernes día 14 de Nisán. Mateo, Marcos y Lucas se refieren a ese día como “el primer día de la fiesta de los Panes sin Levadura” (Mateo 26:17; Marcos 14:12 y Lucas 22:7), cuando en realidad, o sea, oficialmente, ese día empezaba a la puesta de sol del viernes. Sin embargo, al parecer, en tiempos de Jesús existía también la costumbre de celebrar la Pascua oficialmente un día después del señalado por la Ley, que ineludiblemente tenía que ser la noche del 14 de Nisán. De otra parte, Jesús no hubiera podido participar de la conmemoración oficial, porque Él sería sacrificado el viernes, en lugar del cordero que se ofrecía, entre las dos tardes, aunque se hacía incorrectamente porque no se ajustaba a la Ley del AT.

Por lo que dice el evangelista Lucas, en tiempos de Jesús, la fiesta de los Panes sin Levadura había llegado a englobar la de la Pascua, de manera que ésta era también conocida por el nombre de aquella. Comprobémoslo en el siguiente texto:

Lucas 22:1-2: Estaba cerca la fiesta de los panes sin levadura, que se llama la pascua. (2) Y los principales sacerdotes y los escribas buscaban cómo matarle; porque temían al pueblo.

Este cambio de denominación de la fiesta de la Pascua quizá se debió a que la fiesta de los Panes Ázimos duraba siete días consecutivos, empezando por el 15 de Nisán hasta el 21 de Nisán, y porque tenía más carácter festivo que la de la Pascua, puesto que el día primero de inicio y el día que ponía fin a esta celebración eran festivos, de santa convocación, es decir, de reposo como el sábado del mandamiento de la ley de Dios del AT.

Sin embargo, la fiesta de la Pascua propiamente dicha debía celebrarse únicamente durante la noche del día 14 de Nisán, y al acabar la cena del cordero asado con panes ázimos e hierbas amargas, las familias volvían a sus hogares (Dt. 16:7), y por el día se dedicaban a hacer sus quehaceres cotidianos. Adicionalmente, otra razón para llamar al día de la Pascua “primer día de la fiesta de los panes sin levadura”, cuando sacrificaban el cordero de la pascua” (Mt. 26:1-5; 26:17-20; Mr. 14:1-2;12-17; Lc. 22:1-2; 7-15) se debe a la costumbre y obligación que tenían los israelitas de sacar de las casas todo vestigio de levadura antes de que empezara la Pascua, y sobre todo no usarla en esas fiestas. Por otro lado, las autoridades judías habían quebrantado el mandamiento de Dios, de celebrar la Pascua el 14 de Nisán, por su tradición (Mt. 15:2-9), pues cambiaron el día del sacrificio de los animales desde ese día 14 al 15 de Nisán, cuando solo debía celebrarse la fiesta de los Panes sin Levadura.

A continuación solo me queda responder a la última pregunta que me hacía al principio de este estudio el hermano José Luis:

“¿De qué fuente obtuvieron el calendario del año 30 que presentan? (José Luis).

En realidad fueron varias fuentes las que me ayudaron a elaborar los dos artículos precedentes que, junto con el presente estudio, han tratado el asunto tan importante de la vida y muerte de nuestro Señor Jesús. El primer estudio bíblico de esta serie titulado, “Nacimiento-muerte de Jesús y la Profecía de las Setenta semanas de Daniel, lo publiqué el 11 de octubre del 2009. Y el segundo artículo, "Hubo dos celebraciones consecutivas de la Pascua en el año de la crucifixión de Jesús?",  lo acabé de redactar el 24 de noviembre del 2013.

Todas las fuentes utilizadas se pueden ver en el apartado titulado “Referencias bibliográficas” situado al final de los citados artículos, y también del presente escrito. Aprovecho para incluir aquí un párrafo de un artículo de J.A. Monroy –“¿Cuándo murió Cristo?”– que obtuve de www.protestantedigital.com,  pero creo que a fecha de hoy ya no aparece en la citada web.

Recientes investigaciones apoyan como la fecha, más probable, para la crucifixión de Jesucristo, el año 30 d. C.:

“...Las investigaciones del jesuita japonés Yoshimasa Tsuchiya discrepan de las de sus colegas británicos por un margen de tres años. Este profesor de Teología, aficionado a las matemáticas, ha elaborado un calendario perpetuo, en el que fija la fecha de la muerte de Jesús en el viernes 7 de abril del año 30. El Mesías, afirma, murió dos días antes de la luna llena, después del equinoccio de invierno. El calendario, según el religioso nipón, puede precisar el momento exacto de los grandes acontecimientos históricos que, debido a su lejanía en el tiempo, están oscurecidos por la nebulosa del olvido; siguiendo las pautas marcadas por tan curioso invento, se pueden incluso precisar las fechas de las Semanas Santas de los próximos milenios, ya que cubre un período de 3.600 años, desde el 8 hasta el 3599 después de Cristo.” (2)

La segunda fuente procede del artículo: Fechas clave en la vida de Jesús(3).

Más recientemente – abril 2015–, he obtenido confirmación acerca de las fechas de la muerte de Jesús –año 30 y viernes 14 de Nisán– al leer la obra “Jesús de Nazaret I (Un Personaje histórico) (4).

 

Afectuosamente en Cristo.

 

Carlos Aracil Orts
www.amistadencristo.com

 

Si deseas hacer algún comentario a este estudio, puedes dirigirlo a la siguiente dirección de correo electrónico: carlosortsgmail.com

 


Referencias bibliográficas

* Las referencias bíblicas están tomadas de la versión Reina Valera de 1960 de la Biblia, salvo cuando se indique expresamente otra versión. Las negrillas y los subrayados realizados al texto bíblico son nuestros.

Abreviaturas frecuentemente empleadas:

AT = Antiguo Testamento

NT = Nuevo Testamento

(1) Comentario de la Biblia de Jerusalén de 1998 a Éxodo 12:6, pág. 84

(2) J.A. Monroy. Enfoque. ¿Cuándo murió Cristo? http://www.protestantedigital.com/new/enfoque.php?1215

(3) J.Chordi. Fechas clave en la vida de Jesús. http://jchordi.wordpress.com/2007/12/17/fechas-clave-en-la-vida-de-jesus/

(4) Pedro de Felipe del Rey, 2000, Licenciado en Teología. “Jesús de Nazaret I (Un Personaje histórico). Caps. 5-6 págs. 89-141.

 

 

 

 

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