Amistad en Cristo - Carlos Aracil Orts

Preguntas y Respuestas

Miscelánea

 

Respuesta a la crítica de un amigo que no comparte mi fe

 
Versión: 02-04-2012

 

Carlos Aracil Orts

1. Introducción*

Hace unas semanas recibí un sorprendente correo de mi querido amigo Serafín, del que no tenía noticias desde primeros de junio del 2010. Lo califico así, en primer lugar, no tanto por lo inesperado del mismo, pues  han pasado casi dos años desde nuestro último contacto, como por el hecho que me escribía desde Alemania donde había ido a buscar trabajo; pues yo creía que seguía en España, donde le conocí personalmente, hace unos ocho años. Sentí gran alegría al saber que le estaba yendo muy bien. No me podía imaginar que hubiera ido a trabajar a Alemania, y le transmití mi admiración por su decisión y valentía, al tiempo que le felicitaba por su éxito en encontrar trabajo tan pronto. Pues si siempre es difícil adaptarse a vivir en un país extranjero tan distinto al nuestro,  mucho más lo es sin conocer su idioma.

En segundo lugar, pues la sorpresa fue doble, me costaba entender que en esas circunstancias se había acordado de mí para hacerme partícipe, con toda sinceridad, de su desacuerdo conmigo por mi forma de entender la religión o el ser espiritual.

A continuación iré presentando su escrito en fragmentos, y mi respuesta a cada uno de ellos:

“Hola Carlos. ¿Cómo estás?

Quería saludarte, comentarte mi nueva situación y escribirte, puesto que siento un fuerte impulso a intentar trasladarte algo que en mi interior me pide realizar. (Serafín)

Te agradezco mucho que te pusieras de nuevo en contacto conmigo, y me comunicaras tu nueva situación, así como tu sincera opinión de mi actividad como articulista bíblico.

Sabes que siempre he tenido una gran simpatía y aprecio por ti, y nunca olvidaré lo excelente compañero de trabajo que fuiste para mí. Aunque no te confieses cristiano, yo he tenido una especial sintonía contigo, y ¿sabes por qué ha ocurrido eso? Porque eres una persona noble, bondadosa y de gran corazón. Dios te ha amado desde la eternidad. Pero en el citado correo  haces muchas declaraciones que no puedo compartir, aunque intento comprenderlas.

Voy a dedicar el resto de este escrito a tratar de responderte y a defender la bondad y eficacia de lo que escribo, que no es otra cosa que la confesión de fe en Cristo y en Su Evangelio de la Gracia, que ha transformado mi vida para el bien.

2. Para el cristiano, Cristo es el único camino verdadero, que conduce no solo a la salvación sino también a ser coherente, auténtico, íntegro y honesto con uno mismo y con los demás.

Sin embargo, para ti, querido Serafín, es un camino erróneo y una pérdida de tiempo y energía. Transcribo a continuación los dos primeros párrafos de tu correo:

“Dicho esto, y como te he comentado al principio, siento un gran impulso a escribirte y darte mi opinión sobre lo que escribes. Perdona si soy un poco duro, pero, créeme, que lo hago con todo mi cariño. Debo ser coherente con lo que siento, digo y hago, como base para alcanzar un equilibrio interior, siendo este el único camino para llegar a lo que intentas llegar leyendo y discutiendo racionalmente lo que dice la Biblia. No pretendo imponer mi Verdad, sino que, siéndote complemente sincero, me da "lástima" que perdáis tiempo y energía en un camino de búsqueda espiritual erróneo, sobre todo en personas que, como tú, sé que lo hacéis arrastrados por ese anhelo interior de Verdad que necesitáis descubrir, tal y como yo también lo siento, y siempre lo he sentido aunque no fuera consciente de ello. Ya sabes que la búsqueda espiritual es, para mí, lo más importante.

"Lo dicho. Subrayo. No pretendo imponer mi Verdad. Escribo esto, básicamente, para mí. Creo que debo hacerlo. Naturalmente eres libre de no hacer el más mínimo caso. Sigo honrando tu búsqueda que, sin duda, antes o después hallará su recompensa". (Serafín)

Aprecio mucho la sinceridad de tu declaración –“me da ‘lástima’ que perdáis tiempo y energía en un camino de búsqueda espiritual erróneo”–, pero es obvio que no puedo compartirla en absoluto. Primero, porque no se corresponde con la realidad, pues la experiencia de muchos creyentes cristianos, que han visto sus vidas transformadas para bien, prueba su eficacia y su verdad. Segundo, porque no presentas argumentos que justifiquen tu juicio de que el camino que sigo es erróneo. Tercero, porque expresas tu opinión sobre mi concepción espiritual, desde tu sentimiento, y este puede estar equivocado. Por eso, siempre conviene aplicar la norma de filtrar y analizar los sentimientos y emociones con la razón y el entendimiento. Cuarto, como mínimo es arriesgado juzgar como erróneo un camino, el de Cristo, sin conocerlo en profundidad y sin haberlo experimentado personalmente. Los caminos que los hombres les parecen derechos no suelen ser los caminos de Dios. De ahí, que creamos que, si Cristo es el camino que Dios ha preparado para que la humanidad se salve, no puede ser erróneo.

Proverbios 14:12: Hay camino que al hombre le parece derecho;  Pero su fin es camino de muerte.
Jeremías 17:9: Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?
Jeremías 6:16 (NBJ): Así dice Yahvé: Paraos en los caminos y mirad, preguntad por los senderos antiguos, cuál es el buen camino, y andad por él, y encontraréis sosiego para vuestras almas. Pero dijeron: "No vamos."
Isaías 55:7-11 (NBJ): Deje el malo su camino, el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Yahvé, que tendrá compasión de él, a nuestro Dios, que será grande en perdonar.  (8)  Porque no son mis pensamientos vuestros pensamientos, ni vuestros caminos son mis caminos - oráculo de Yahvé -.  (9)  Porque cuanto aventajan los cielos a la tierra, así aventajan mis caminos a los vuestros y mis pensamientos a los vuestros.  (10)  Como descienden la lluvia y la nieve de los cielos y no vuelven allá, sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar, para que dé simiente al sembrador y pan para comer,  (11)  así será mi palabra, la que salga de mi boca, que no tornará a mí de vacío, sin que haya realizado lo que me plugo y haya cumplido aquello a que la envié.

Querido Serafín no busco la Verdad porque ya la he encontrado, es Cristo, “el camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6). Esto no quiere decir que ya sea todo lo santo y todo lo sabio que me pide Dios, sino como dice Pablo “No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.  (13)  Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,  (14)  prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.  (15)  Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios.  (16)  Pero en aquello a que hemos llegado, sigamos una misma regla, sintamos una misma cosa.  (17)  Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros.  (18)  Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo;  (19)  el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal.  (20)  Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;  (21) el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas. (Filipenses 3:12-21).
 
Es muy loable que para ti “la búsqueda espiritual” sea “lo más importante”. Y te animo a que nunca cese tu afán de búsqueda de la Verdad, es el mejor síntoma de que estás creciendo espiritualmente, pues el estancamiento, el creer que uno ya ha conseguido todas las metas es muy peligroso porque la vida es crecimiento constante, y pararse es empezar a morir.

Claro que hago caso a todo lo que me dices, ¿cómo no iba a hacerlo si viene de un corazón sincero y bienintencionado? Debo ser lo suficientemente humilde para aceptar y poner en práctica todos los buenos consejos que los demás me dan. Es necesario que unos a otros nos hagamos “feed-back”, pues es fácil ver el defecto ajeno pero no el propio, o como diría Jesús:

Lucas 6:41-42: ¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?  (42)  ¿O cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, déjame sacar la paja que está en tu ojo, no mirando tú la viga que está en el ojo tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja que está en el ojo de tu hermano.

3. Los cristianos evangélicos creemos que la Biblia es la Palabra de Dios, un “manual de la vida”, guía segura para la salvación eterna, que nos hace nacer de nuevo, transformándonos en nuevas criaturas, y santificándonos para hacer toda obra buena (Santiago 1:18; 1ª Pedro 1:23-25; Juan 5:39; 17:17; 2ª Corintios 5:17; etc.).

Sin embargo, tú opinas que esta creencia es ciega y que la Biblia no debe entenderse literalmente, porque ha sido utilizada “para limitarnos, darnos miedo, culpabilidad y como un histórico método para controlarnos”.

“Yo Sé que la Biblia es, verdaderamente, un libro con alta vibración. Dice mucha Verdad, pero para nada debe entenderse literalmente. De hecho no debe entenderse. Debe Sentirse. Cuando, alguna vez, he leído los Evangelios, mi interior vibra. Es un sentimiento interior de reconocimiento que no necesita Fe, creencia ciega. Literalmente, mi interior resuena con lo que leo, pero sólo si lo entiendes todo como metáfora. Si eres conocedor (Sabes, no comprendes), y ves al ser humano, como un Ser, exactamente igual al Ser Crístico, al cual se identificó Jesús, sin límites (justo al revés de lo que nos quieren hacer ver, limitándonos y metiéndonos miedo y culpabilidad como histórico método para controlarnos), amoroso y multidimensional, todo tiene un sentido pleno que va mucho más allá de tener que escribir artículos y discutir sobre la naturaleza de todo. Simplemente todo tiene sentido, aunque no le encuentres explicación lógica, sin tener que adoptarlo como creencia ciega” (Serafín).

No puedo compartir ni entender tu siguiente afirmación: “[…] la Biblia…Dice mucha Verdad, pero para nada debe entenderse literalmente”. Entonces ¿qué entiendes de los versos citados arriba? ¿Tienen, acaso, además del sentido literal que todos somos capaces de leer, un código oculto?

¿Se ha escrito la Biblia de forma codificada y cifrada para que el conocimiento verdadero sea solo para una élite de eruditos, o por el contrario, Dios la ha dado para toda persona sencilla, que humildemente se acerca a ella, sin creerse que está por encima del bien y del mal?

En mi opinión, sí debe entenderse literalmente en general, como cualquier libro secular, pero además, sentir, y creer que es Palabra de Dios, y luego, actuar coherentemente, y obedecer y poner en práctica todo lo que dice y pide.

El hecho que la lectura de los Evangelios te hiciera vibrar, demuestra tu gran sensibilidad a lo espiritual, y que eres una persona muy espiritual, a la cual Dios ha llamado, y te está llamando constantemente. Dios te ama como un padre ama a su hijo. Pero, también desea ser correspondido, y que tú le llames Padre, que creas que Él es un Ser, no una energía. Él es Espíritu (Juan 4:24).

Mi querido amigo, la fe en Dios no es ciega. Como dice San Pablo “yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día,” (2ª Timoteo 1:12); y también: “Porque no me avergüenzo del Evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree;..” (Romanos 1:16)
  
No soy capaz de entender que lo que lees de la Biblia lo entiendes “como metáfora”, ¿qué estás realmente entendiendo? ¿A qué le das tu asentimiento o consentimiento o aquiescencia? ¿Qué obedeces? ¿Qué crees? ¿Qué profesas? ¿Qué experimentas? ¿Qué haces para llevar a la práctica tus convicciones? ¿Cuáles son tus convicciones? ¿De dónde proceden?

De acuerdo contigo que las iglesias cristianas, principalmente, los dirigentes católicos, nos han querido controlar, y en lugar de predicar las buenas nuevas de salvación en Cristo, predicaron la condenación, y crearon muchos sentimientos de culpa y temor al infierno y a la perdición eterna. Todo porque no entendieron, o no supieron explicar lo que tan claramente afirma la Biblia, que en Cristo ya no hay condenación solo salvación (Romanos 8:1).

La Biblia ha dado consuelo y sentido a mi vida. Ahora sé para qué estoy aquí, y qué quiere Dios de mí. Procuro hacer el bien que puedo y ayudar en lo que esté en mi mano a mi prójimo. No te dé "lástima", pues  lo que a ti te parece una pérdida de tiempo, en realidad no lo es, porque redunda en crecimiento espiritual, y sabiduría de Dios, en formación de la “mente de Cristo” (1ª Corintios 2:16).

A ti te parece que el camino espiritual que sigo es erróneo, pero no puede estar equivocado lo que se traduce en una experiencia positiva, no en mera teoría sino en dar buenos frutos; Y esos frutos son los del Espíritu que mora en mí, no son de mi cosecha, sino del Espíritu con mayúscula, y estos son los siguientes que enumera el apóstol Pablo: “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,  (23)  mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.  (24)  Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.  (25)  Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.  (26)  No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.” (Gálatas 5:22-26).

Por la gracia de Dios no solamente estoy bien con Dios sino también conmigo mismo. No es incompatible, sino por el contrario necesario. Los creyentes tenemos claro que si hemos sido “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” (Romanos 5:1). La paz y alegría de haber sido justificado y reconciliado con Dios es tan grande que mi corazón rebosa de amor hacia Dios y hacia el prójimo, porque el Espíritu Santo mora en mí, y me da testimonio de que soy de Cristo y ninguna condenación hay en Él:

Romanos 8:1-10: Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.  (2)  Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.  (3)  Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;  (4)  para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.  (5)  Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.  (6)  Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.  (7)  Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;  (8)  y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.  (9)  Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.  (10)  Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia.

4. Los cristianos creemos que vivimos inmersos en un mundo donde se desarrolla una terrible guerra espiritual y en todos los órdenes, y que la única forma de luchar contra el mal es mediante el bien, que proviene del poder de Dios, y Él nos ha dado su arma más poderosa para vencerlo: la espada del Espíritu, que es Su Palabra (Efesios 6:17: Hebreos 4:12).

Tampoco estoy de acuerdo con algunas de tus siguientes afirmaciones, como que soy igual a Jesús y mi esencia es Divina. Somos criaturas de Dios, hechos a su semejanza en lo espiritual, pues tenemos un carácter o naturaleza moral. Por eso tenemos una conciencia que nos da a conocer lo que está bien y lo que está mal. Somos mortales (Ezequiel 18:4,20,27; Mateo 10:28; Romanos 6:23) y Dios es el único inmortal (1ª Timoteo 6:16). No formamos parte de Dios, en cuanto que no somos de su misma esencia Divina como creen muchos actualmente, sobre todo, los del movimiento de la Nueva Era, los panteístas, etc. Nuestra responsabilidad no es ser “como Dios”, eso lo pretendió Satanás, nuestro enemigo (Génesis 3:5), sino ser santos como Él es santo (1ª Pedro 1:16). Pero sigo presentando los siguientes párrafos de tu correo:

“La mejor forma de ayudar a las personas que tienes a tu alcance es la de estar tu mismo en sintonía con tu esencia Divina, que estás negando al no querer tomar la responsabilidad de Ser, y seguir lo que otra cosa que dicta, que es mucho más sencillo. Eso se percibe. Tú eres exactamente igual a Jesús. No te limites. Jesús está mucho más cerca de nosotros de lo que puedas imaginar, te lo digo por experiencia. El ve con ternura y comprensión a sus semejantes el erróneo camino de seguir los dogmas de la iglesia. Debes entender al Ser, a lo que tú eres, como un Ser multidimensional, sin límites (las fronteras nos las ponemos nosotros con el miedo, y con las creencias que nos han hecho creer, y que hemos adoptado). El trabajo está en llegar a conseguir este punto, y para ello, te lo digo desde la absoluta certeza, tenemos a nuestra disposición legiones de Ángeles, Maestros y Seres que han despertado a su esencia. La Verdad es mucho más simple que intentar llegar a alguna conclusión discutiendo sobre la Biblia. De verdad que es una lástima". (Serafín)

¿Por qué sabes que yo por medio de la Biblia no puede estar en sintonía con mi propia esencia Divina? ¿Quién te dice a ti que estoy negando mi responsabilidad de Ser, y que estoy siguiendo el dictado de “otra cosa que dicta”? ¿En qué te basas para creer que tú y yo somos exactamente iguales a Jesús?. No me limito. Pero tengo muchos límites, que no debo ignorar sino quiero caer.

Claro que “Jesús está mucho más cerca de nosotros de lo que puedas imaginar, te lo digo por experiencia. El ve con ternura y comprensión a sus semejantes el erróneo camino de seguir los dogmas de la iglesia.”. En eso también coincidimos totalmente. Pero te equivocas cuando dices que sigo los dogmas de la iglesia. Pues solo acepto lo que dice la Palabra de Dios, según el Espíritu Santo me la da a entender, no necesariamente como la enseñan los líderes de las iglesias. Mis creencias han sido depuradas por la Biblia. Nadie me hizo creer nada, pues nunca practiqué la religión cristiana hasta los 32 años, pues no entendía nada de ella, todo me parecía absurdo e ininteligible. Me costó 28 años desengañarme de lo que me enseñaron equivocadamente los adventistas del séptimo día. Al fin, a partir, del año 2003, vi la luz, entendí las Sagradas Escrituras y nací de nuevo. Y ahora gozo de este entendimiento que me hace vivir en armonía con Dios y con mis semejantes.

Sí, “tenemos a nuestra disposición legiones de Ángeles, Maestros y Seres que han despertado a su esencia”; pero también legiones de ellos que tergiversan la Palabra de Dios, la desprecian y finalmente, la rechazan. ¿Por qué lo hacen? Si vinieran de Dios no lo harían, porque nadie tira piedras sobre su propio tejado. Los fariseos, no quisieron creer en Jesús, y le acusaron de venir de Satanás (Lucas 11:15). Si a Jesús le hicieron eso ¿cuánto más no harán a sus seguidores los falsos profetas de nuestro tiempo que se declaran en posesión de la verdad, y se engañan a sí mismos y a mucha gente que se deja engañar porque han rechazado la luz verdadera que es la Biblia?

Estoy completamente de acuerdo contigo en que hay muchos seres alrededor, que, aunque no les veamos porque son espirituales, nos protegen del, también, mucho mal que nos rodea. Pero al igual, que hay seres bondadosos que nos cuidan y no dejan que nos ocurra nada irreparable, también hay otros seres malignos que disfrutan y lo celebran cuando nos ven caídos, o cuando logran engañarnos con sus sutiles seducciones.

Tú dices que “La Verdad es mucho más simple que intentar llegar a alguna conclusión discutiendo sobre la Biblia”. Sin embargo, una cosa es discutir y polemizar sobre la Biblia y otra muy distinta es estudiarla, analizarla, predicarla y tomarla como ejemplo, y como norma de conducta. No te dé lástima. Como buen ingeniero que eres, tú sabes que el mejor fundamento es la roca. Esta es Cristo (1ª Corintios 10:4; 2ª Pedro 2:4-8; etc.). “Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo” (1ª Corintios 3:11). 

Hechos 4:11-12: Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo.(A)  (12)  Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

También coincido totalmente contigo en que debemos ser coherentes, más aún, auténticos, íntegros y honestos con nosotros mismos y con los demás.

En mi opinión, la Biblia nos puede ayudar a alcanzar ese estado de consciencia que nos permita estar en paz con nosotros mismos, con los demás y con el Ser supremo. Sin embargo, respeto que tu creas que ese no es el camino, porque tú has encontrado otro, que te parece el único, y que hasta ahora te ha dado buen resultado.

5. Conclusión

Me gustan las personas sinceras. Realmente no podría entender la amistad sin la sinceridad y la confianza. Yo te considero un buen amigo, aunque no hayamos podido profundizar en esta amistad por distintas circunstancias, pues la amistad requiere comunicación, y no hemos tenido mucho tiempo para ello, pues tú tienes una familia, un trabajo, etc., a los que tienes que atender, y luego queda poco tiempo para hablar con un amigo. No obstante, este medio tan interesante que es Internet, hace que aún sea posible conservar y aumentar nuestra amistad, porque sobrepasa las barreras del tiempo y el espacio.

Me parece muy elogiable, y que te honra mucho que seas capaz de ver en los demás a Cristo:

Mateo 25:34-41: Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.  (35)  Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis;  (36)  estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.  (37)  Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber?  (38)  ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos?  (39)  ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?  (40)  Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.  (41)  Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.

Esto es lo importante, y coincidimos, pero ¿por qué no tiene sentido para ti escribir artículos espirituales? ¿No puede la palabra llevar consuelo y luz a mucha gente? ¿No produce, la palabra inadecuada o malvada sufrimiento y tristeza? ¿Por qué no llevar las Buenas Nuevas de Salvación a todos los que podamos? Dios nos pedirá cuenta de cómo hemos usado los talentos que nos ha dado, y cómo hemos administrado nuestros bienes, los dones, pues, todo le pertenece. Además hay un mandato claro en la Palabra de Dios:

Mateo 28:19,20: Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20  enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

En el tu párrafo siguiente previenes para que no se malinterpreten tus palabras. Pero creo que te conozco lo suficiente para no pensar que te crees más que otros, pues yo conocí a un Serafín, sencillo, humilde, sabio y cercano, espero que no hayas cambiado en esos aspectos, que para mí son fundamentales, pues es la diferencia entre ser auténtico y no serlo.

“No quiero que pienses que me creo, digamos, más que otros. Nada más lejos de la realidad. Tan sólo siento que debo hacer lo que estoy haciendo ahora. No creas que esto lo hago a menudo. No soy nadie para intentar imponer nada a nadie. Pienso que la espiritualidad es tremendamente individual, y cada uno la elige vivir (o no) como quiere”. (Serafín)

En el ámbito de las ideas, nadie tiene el derecho para intentar imponer nada a nadie. Pienso, igual que tú “que la espiritualidad es tremendamente individual, y cada uno la elige vivir (o no) como quiere”.

“Estoy seguro que tendrás argumentos para refutar todo lo que intento trasladarte, pero no quiero entrar, para nada, en una serie de discusiones intelectuales. No me interesa, ni lo necesito y tampoco nos ayuda”. (Serafín)

Ignoro si lo que he escrito hasta aquí han podido ser argumentos capaces de  refutar “todo lo que intentas trasladarme”; pero, en cualquier caso, no ha sido mi intención refutar nada, como tampoco ha sido la tuya imponerme nada, sino simplemente mostrar mi punto de vista, como tu también lo has hecho al darme tu opinión con toda confianza, como debe ser entre buenos amigos. Por supuesto que yo tampoco quiero entrar, en absoluto, “en una serie de discusiones intelectuales. No me interesa, ni lo necesito y tampoco nos ayuda”.

Suscribo toda tu última frase. Creo que he sido, como tú, coherente, sincero y honesto, por no asentir y pasar por alto nada de lo que me dices en lo que  estuviera en desacuerdo.  

“Gracias Carlos, porque gracias a ti, siento como libero una energía que debía deshacerme. Y muchas gracias por leer este correo.
Espero, de corazón, que tu esfuerzo sincero se vea recompensado.
Con aprecio”.
Serafín

Gracias a ti, querido Serafín, por acordarte de una persona que está tan alejada de ti, en todos los órdenes. Por mi edad, podía ser tu padre, de hecho, mi único hijo tiene algún año más que tú, pero gracias a Dios todavía me siento joven. Muchas gracias a ti, porque siendo joven, muy joven como realmente eres, estando activo con muchas responsabilidades, has tenido el detalle inestimable, no solo de acordarte de mí sino también, de dedicarme mucho tiempo escribiéndome, para decirme lo que sentías lo cual también te honra.

Me alegra que con ello hayas liberado esa energía que tenías. Leer tu correo ha sido un placer, y soy yo el que te agradece que me lo hayas enviado. Te animo a que cuando puedas sigas comunicándote conmigo por este medio, que por otro lado es el más cómodo y barato, y ello nos permitirá estrechar los lazos de nuestra amistad, que al fin y al cabo es lo más importante en esta vida.

Un fuerte abrazo de un verdadero amigo que siempre te ha apreciado.

 

Bendiciones

 

Carlos Aracil Orts
www.amistadencristo.com

 

Si deseas hacer algún comentario a este estudio, puedes dirigirlo a la siguiente dirección de correo electrónico: carlosortsgmail.com

 


Referencias bibliográficas

* Las referencias bíblicas están tomadas de la versión Reina Valera de 1960 de la Biblia, salvo cuando se indique expresamente otra versión. Las negrillas y los subrayados realizados al texto bíblico son nuestros.

 

 

 

 

 

<Anterior><Arriba> <Siguiente>

 

Usted es el visitante: